Terapia psicológica para el Síndrome de Down
Es importante aclarar que el Síndrome de Down es una característica más de la persona y no una enfermedad como tal, por lo cual no existen tratamiento ni cura. Lo que sí está en nuestras manos como profesionales de la salud mental, es ofrecer nuestra terapia a las personas y familiares que conviven con el Síndrome de Down.
El nacimiento de un hijo con discapacidad emntal y, en conctreto, con Síndrome de Down, es un evento vital agudo desde el punto de vista psicológico. Es decir, resulta altamente estresante para los padres y el resto del núcleo familiar. Así pues, es necesario revisar las reacciones psicológicas y mecanismos de defensa inmediatos que provocan el choque emocional. Hablamos de emociones como incredulidad, rabia, hostilidad, sentimiento de fracaso, rechazo hacia el bebé… También se atravesará por el proceso de aceptación funcional y el luto del niño deseado no tenido. Todo ello sucede en los meses posteriores al diagnóstico.
Las parejas que resuelven de manera adaptativa la crisis que supone tener un hijo con discapacidad maduran y se fortalecen.
Por otro lado, aunque representen una minoria, existen casos en los que se mantienen defensas y mala adaptación. si no se busca ayuda, estas situaciones tendrían consecuencias negativas para la familia y el niño/a. En estos casos, lo que ocurre es que se niega la discapacidad, se exige demasiado a los hijos, aparece el derrotismo y síntomas depresivos…
En cualquier caso, lo que predomina son las actitudes positivas que permiten hacer frente a la situación de un modo adaptativo.
¿Cómo trabajar psicológicamente el Síndrome de Down?
Intervención temprana y terapia educativa
Terapias de tratamiento
Medicamentos psicoactivos
Herramientas y dispositivos de asistencia
Es posible mejorar la calidad de vida de las personas que nacen con este síndrome. Por un lado, en esMENT atendemos a las alteraciones asociadas mediante un programa de salud y, por otro, proveemos de un entorno positivo, tanto afectivamente como a nivel estimular. Todo ello para que se pueda favorecer el potencial de desarrollo y de autonomía de cada persona.
El número de neuronas que realizan la función de interconexión en una persona con Síndrome de Down es inferior a la media. Por ello, para responder a los estímulos externos y consolidar los aprendizajes, las personas que padecen Síndrome de Down necesitan más tiempo. Cada persona es única, con una apariencia, personalidad y habilidades únicas.
Como ocurre con todos los niños y niñas, la influencia que un niño con síndrome de Down reciba de su entorno familiar y social, construirá y contribuirá a configurar su capacidad emotiva y relacional. Todos esos inputs le permitirán evolucionar como persona dentro de la sociedad.
Características psicológicas del Síndrome de Down
Atención
Dificultad en centrar y mantener la atención, dependiendo de su motivación emocional.
CI
El coeficiente intelectual suele oscilar entre 40-70.
Memoria
Dificultades para retener la información, tanto por limitaciones al recibirla y procesarla. Menos dificultad en hacer que en explicar las cosas.
Percepción
Procesan mejor la información visual que la auditiva.
Lenguaje
Retraso en la emergencia del lenguaje y de las habilidades lingüísticas.
Conducta
Dificultades para desenvolverse en diferentes situaciones sociales.
Intervención del psicólogo en la atención temprana de niños con síndrome de Down
La importancia de resaltar el trabajo del psicólogo en atención temprana no sólamente implica una contribución a estimular y fortalecer el desarrollo psíquico del paciente, sino también supone una intervención desde la prevención en salud mental.
Síndrome de Down — terapias
El objetivo del que hablamos en esMENT acerca de una atención temprana en el Síndrome de Down es: reducir los efectos de una deficiencia sobre el conjunto global del desarrollo y así prevenir y evitar la aparición de efectos secundarios o asociados. Ayudar a la incorporación de mecanismos necesarios de compensación y adaptación a necesidades específicas del niño. Todo ello sin olvidar el entorno del paciente, procurando atender las necesidades y demandas de la familia y entorno en el que vive el niño.
El equipo de profesionales que trabaja en esMENT ofreciendo la atención temprana posee un carácter interdisciplinar o transdisciplinar, teniendo una orientación holística. Esto significa que abarca todos los aspectos biopsicosociales del niño, a la familia y a su entorno. Para lograr este cometido, la labor que deben llevar a cabo supone trabajar en coordinación y con distintos enfoques.
Apoyo psicológico Síndrome de Down
La intervención del psicólogo resulta fundamental y se lleva a cabo a través del trabajo directo con las personas con discapacidad, aplicando métodos y técnicas psicoeducativas, reeducativas y psicoterapéuticas como: juegos, actividades artísticas y terapias de diferentes tipos. Hay ocasiones en que el psicólogo realiza tareas de otros especialistas, así como también, otros especialistas invaden el espacio del psicólogo. En general, se debe trabajar en forma interdisciplinaria, multidisciplinaria y transdisciplinaria, sin sustituirse los unos con los otros.
Eso nos lleva a esMENT a destacar la importancia de contemplar una intervención directa del psicólogo con el niño, a partir de cierta edad. Una opción es la técnica de juego. Resulta ser una herramienta idónea para contribuir a alcanzar los objetivos planteados al paciente y su família.
El rol del psicólogo en los niños con Síndrome de Down ayuda a mejorar las dificultades cognitivas, la lentitud para procesar, codificar e interpretar la información. Del mismo modeo, ofrece herramientas para que el niño pueda elaborarla y responder, tomando las decisiones correctas.
La atención temprana del Síndrome de Down contribuye a resolver la problemática en los procesos de conceptualización, abstracción, generalización y transferencia de los aprendizajes. También se reduce la desorientación espacial y temporal.
Apoyo psicológico familiar
En una minoria de casos, aparecen actitudes alarmantes que se mantienen en el tiempo. Hablamos de actitudes maladaptativas, las cuales se tienen que detectar y, en la medida de lo posible, corregir. De no ser así, afectarían al núcleo familiar. Todo con el objetivo de conseguir una adaptación positiva y provechosa tanto para los padres como los hijos.
¿CUANDO PEDIR AYUDA?
Tarde o temprano, la família debe tomar conciencia que su bebé no ha nacido como ellos esperaban ni cumplirá todas las expectativas y deseos que se habían generado. En consecuencia, los padres deben pasar un luto. Si no se acepta y comprende la situación para avanzar, todo ello podria desencadenar problemas familiares. Te enumeramos situaciones con las que te puedes encontrar, las cuales son completamente naturales pero requieren de ayuda psicológica profesional.
Luto por el hijo no tenido
Sentimientos de desesperanza y culpa por sentir que no se acepta al bebé con Síndrome de Down. Los sentimientos se pueden hacer más intensos en lugar de ir desapareciendo, y terminar en depresión.
Negación de la discapacidad
Exigencia y presión excesiva de los padres al hijo, pues piensan que “es un niño normal y tiene que hacer lo mismo”. Esto provocará que aparezcan trastornos de la conducta del niño.
Llenar un vacío
Actitud sacrificada y de renúncia a la vida por parte de los padres. A la larga, lo pagará el hijo, puesto que es él quien está llenando un vacío en las vidas de los padres. Lo que ocurre es que se esconden los fracasos individuales/de pareja detrás de la discapacidad.
Sobreprotección
El niño se convierte en “el rey de la casa” y se le consienten cosas/comportamientos que son motivo de castigo para otros niños. Se impide que el hijo gane autonomia y madure como persona.
Actitud de huida
No se habla de los sentimientos que despierta la situación entre los padres. Tampoco se pasa el luto relacionado con el niño perfecto no tenido.
Aislamiento
La família se aisla socialmente y suele manifestar un fuerte rechazo hacia todo aquello relacionado con las discapacidades y dificultades del aprendizaje.
