El síndrome d’Asperger (SA) es un trastorno del desarrollo que lleva asociada una alteración neurobiológica, y manifiesta un conjunto de características mentales y de conducta que forman parte de los trastornos del espectro autista.
Es el trastorno más leve del espectro autista (TEA) y se diferencia del resto de trastornos en el hecho de que no hay retraso en la aparición del lenguaje o déficit intelectual. Aunque no son determinantes para un diagnóstico, son frecuentes la falta de destreza física i un uso atípico del llenguatge. Las señales generalmente empiezan a manifestarse antes de los dos años y en general duran a lo largo de toda la vida.
¿Qué indicadores hay para detectar el Síndrome de Asperger?
Los comportamientos más habituales que suelen apuntar a un posible Síndrome de son:
- No disfrutar del contacto social y prefierir estar solo/a.
- No jugar con otros niños de la misma edad, tener pocas amistades.
- Ser muy competitivo/a, su objetivo al jugar siempre es ganar.
- No tolerar la frustración.
- Ingenuidad, testarudez y credulidad.
- Su vida se caracteriza por una rutina rigurosa, sistemática y cuyo mundo se podría reducir a una afición o interés concreto.
- Comportamientos e intereses restringidos y repetitivos
- Alto grado de desconcentración en las actividades de forma involuntaria.
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento para el SA se basa en una combinación de terapias dirigidas a los síntomas centrales del trastorno:
- Entrenamiento en habilidades sociales, para lograr establecer interacciones interpersonales más efectivas.
- Terapia cognitivo-conductual para mejorar el manejo del estrés relacionado con la ansiedad y las emociones incontroladas,como asimismo para canalizar los intereses obsesivos y la aparición de las rutinas repetitivas.
- Terapia farmacológica para el tratamiento de los trastornos que puedan coexistir con el SA, como por ejemplo, el trastorno depresivo mayor o el trastorno de ansiedad.
- Terapia ocupacional o terapia física para el tratamiento de los déficits en la integración sensorial y en la coordinación motriz.
- Intervenciones relacionadas con la comunicación social; una forma concreta de logopedia dirigida a la mejora de los aspectos pragmáticos presentes en la conversación habitual.
- Entrenamiento y apoyo familiar, especialmente para aquellas técnicas conductuales que se deberán desarrollar en el entorno doméstico.